Los cambios organizativos y el refuerzo del compromiso con lo público marcan la política sanitaria del PP en esta legislatura

El consejero de Sanidad ha recordado que en Castilla y León no se han reducido servicios ni centros sanitarios, e incluso se han incorporado algunas nuevas prestaciones

Sáez ha destacado que existen retos estructurales que hay que abordar con valentía para garantizar la excelente sanidad pública que tenemos hoy

El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, ha querido destacar durante el balance de la legislatura de política sanitaria el compromiso de blindar la sanidad pública ante la gravedad de la  situación económica. “Creo que hemos cumplido el objetivo de mantener el núcleo esencial de la sanidad, una sanidad pública, universal, gratuita y de calidad”. En este sentido, Sáez destacó que este compromiso se sustenta en seis realidades que han caracterizado el sistema de salud: no se han reducido centros, servicios ni prestaciones; la sanidad ha sido prioritaria en las decisiones presupuestarias de la Junta; se ha incrementado la actividad de los centros sanitarios públicos; se ha reforzado el compromiso con el modelo de sanidad pública; se han incrementado algunas prestaciones y servicios; y se han mejorado algunas infraestructuras.

Así pues, en primer lugar el consejero recordó que se han mantenido todos los recursos para la protección de la salud y la seguridad alimentaria. También se ha mantenido la asistencia, con la frecuentación y calidad de los servicios que se venían prestando, en los 246 centros de salud y sus 3.652 consultorios locales. Los 14 complejos hospitalarios mantienen todas sus prestaciones y servicios, e incluso se han  incrementado algunas de sus prestaciones, como después señalaré.

En segundo lugar, en esta legislatura la sanidad ha sido una prioridad en las políticas y en las decisiones presupuestarias de la Junta; hoy representa ya el 43,7% del presupuesto disponible por las consejerías. Nuestro gasto por habitante es en  2015 de 1.351 euros, un 8% más que el gasto medio de los servicios de salud españoles. En años de reducción de los ingresos públicos, la Junta ha asignado a la sanidad, dentro de sus disponibilidades, una proporción mayor de sus recursos: un total de 13.400 millones de euros en la legislatura. De acuerdo con un reciente informe del Observatorio de la salud de FEDEA,  Castilla y León ha sido la segunda Comunidad que menos ajustes ha hecho en el presupuesto para la sanidad a lo largo de la crisis.

En tercer lugar, Sáez quiso destacar que la actividad de los servicios sanitarios también ha tenido una respuesta positiva, y aportó en este sentido algunos datos como que en estos cuatro años se han producido 123 millones de consultas y asistencias en los centros de salud (como media, 51 por cada ciudadano); se han realizado más de un millón de intervenciones quirúrgicas (en 2014 un 9% más que en 2011) o 7,3 millones de urgencias atendidas. Globalmente, la actividad de los centros sanitarios se ha incrementado en esta legislatura en torno al 5%.

En cuarto lugar, el Gobierno de Castilla y León ha reforzado su compromiso con el modelo de sanidad pública. “Lo hemos hecho en un momento en el que  en otras comunidades se generaron debates sobre la privatización de la gestión de una parte de sus hospitales”, remarcó el consejero. Pues bien, en Castilla y León se suscribió un acuerdo con los tres sindicatos de carácter sanitario, con los 11 Colegios Profesionales de la sanidad y con más de 40 sociedades científicas médicas y de enfermería denominado ‘Compromiso con la sanidad pública’: compromiso de mantener el actual modelo público que incluye la gestión pública de los centros sanitarios.

En quinto lugar, se han incrementado las prestaciones del sistema público de salud de Castilla y León, pese a que en esta legislatura se ha generado la idea, presente en la opinión pública y en el imaginario colectivo, de que se han producido importantes recortes en la sanidad. Hacer un balance realista supone, tal y como manifestó Antonio María Sáez, recordar que en la comunidad no se ha cerrado ningún centro, y se siguen facilitando las mismas prestaciones que hace años incorporando algunas adicionales:

–       Nuevos programas de atención al cáncer: el de detección precoz del cáncer colorrectal; de atención a largos supervivientes de cáncer; y de primer impacto con apoyo psicológico en el momento del primer diagnóstico. Además hemos incorporado nuevas técnicas que no se realizaban en nuestra Comunidad: cirugía de carcinomatosis peritoneal, cirugía esterotáxica y diagnóstico genético predictivo del cáncer de mama.  También se han creado cinco nuevas unidades de dolor en nuestros hospitales.

–       Se han incorporado nuevos programas de trasplante de órganos: de páncreas-riñón (que es de referencia nacional), de riñón de donante vivo, trasplante combinado hepato-renal y un nuevo programa de donación en asistolia.

–       En los hospitales de Castilla y León se han creado 11 Unidades de diagnóstico rápido, que facilitan asistencia en menos de 72 horas a casos potencialmente graves, así como 14 unidades de continuidad asistencial para una mejor atención a los pacientes crónicos y seis nuevas unidades de convalecencia sociosanitaria en coordinación con los servicios sociales.

–       Se ha activado el Código Infarto y el Código Ictus en toda la Comunidad para facilitar una respuesta rápida y coordinada a estas patologías.

–       La vacunación frente al neumococo a todos los recién nacidos, el teléfono de atención a urgencias pediátricas o la creación de un Banco de leche autonómico son nuevas prestaciones que están mejorando la atención a los menores

Y, en sexto lugar, mejoras en las infraestructuras y la tecnología. En este sentido, el consejero de Sanidad señaló que en momentos de crisis y de dificultad presupuestaria es necesario establecer prioridades: “las nuestras se han centrado en el mantenimiento del núcleo de la asistencia, en el funcionamiento de centros de salud y hospitales; en consecuencia, hemos renunciado a algunas de las inversiones que teníamos previstas. Afortunadamente, con el esfuerzo realizado con el I Plan de Infraestructuras sanitarias (con una inversión de 1.264 millones de euros entre 2002 y 2010) habíamos renovado ya muchas de nuestras infraestructuras”. Pese a ello, en esta legislatura se han realizado importantes inversiones.

–       Castilla y León cuenta con un hospital de nueva construcción con el equipamiento más avanzado: el Hospital Universitario de Burgos; un hospital de gestión pública, con profesionales de vinculación pública que está prestando una asistencia de la mejora calidad a los ciudadanos de Burgos y de otras provincias. Además, se han puesto en servicio nuevas unidades en el Hospital de Miranda, en el de Benavente, en el Provincial de Zamora, o las nuevas urgencias del Clínico de Valladolid.  Además, se están impulsando las obras en el Clínico Universitario de Salamanca, en el Hospital de Soria y finalizando el proyecto de nuevo Hospital de Palencia.

–       Se ha puesto en servicio el Centro de Especialidades de Astorga y los Centros de salud de San Emiliano Babia, Mombuey y Lerma e iniciado los proyectos para Bembibre y Esguevillas de Esgueva.

–       Se han incorporado cuatro nuevos aceleradores lineales: Salamanca, Valladolid y dos en Burgos. Se ha incorporado un PET-TAC, tecnología hasta ahora concertada, y se ha renovado la resonancia magnética en varios hospitales.

Sáez consideró que estas decisiones han hecho posible mantener el modelo público, garantizando sus niveles de accesibilidad y de calidad, pese a las medidas de ajuste que se han adoptado adoptado. También recordó que muchas de estas medidas han supuesto la aplicación de decisiones del Gobierno de la Nación adoptadas en un momento de enorme dificultad. “En Castilla y León hemos sido leales pero, en lo que nos afecta, también hemos alzado nuestra voz reclamando algunos cambios: un nuevo modelo de financiación que tenga en cuenta algunos de los factores que nos caracterizan como comunidad y garantice la suficiencia de la financiación sanitaria; nos hemos opuesto al copago hospitalario al entender que podía perjudicar a los pacientes graves; hemos mantenido, en fin, la atención a los inmigrantes irregulares intentando mantener un difícil equilibrio entre el cumplimiento de las normas y nuestra vocación como servicio de salud”.

Además, tal y como manifestó el consejero, se han adoptado algunas medidas que han afectado a los proveedores y han facilitado la  contención del gasto en algunos capítulos del presupuesto: reducción de conciertos con el sector privado (y de un 5% de las tarifas de toda la actividad concertada); reducción del coste de servicios de limpieza, seguridad y otros suministros entre un 5 y un 10%; reducción de algunas inversiones; reducción del gasto en medicamentos.

Las medidas adoptadas por el Gobierno de la Nación también han tenido repercusión en las condiciones de los empleados públicos y de los profesionales sanitarios. A la disminución de sueldos decidida por un gobierno socialista se ha sumado su posterior congelación o el incremento de la jornada laboral; esta última medida nos ha permitido generar algunos ahorros en forma de menores necesidades de sustitución. Esfuerzo de los profesionales.

Sáez ha puesto en valor también la labor de los profesionales, que pese a que ellos sí han visto afectadas sus condiciones laborales y retributivas, no ha tenido repercusión en su compromiso y en la calidad de la atención que prestan. “Algo que es necesario reconocer y agradecer. Yo no me cansaré de repetirlo”, ha señalado.

En conjunto, estas medidas no han afectado de forma relevante a la calidad de la asistencia sanitaria; han supuesto una contribución desde la sanidad a un proceso de consolidación fiscal (es decir, a ajustar nuestros gastos a ingresos), imprescindible para superar la situación crítica en la que se encontraba la economía y también la sanidad pública española  hace apenas tres años. Ahora es, tal y como ha señalado el consejero, cuando comienzan a percibirse los resultados de esos esfuerzos: “¿qué hubiera sido de la sanidad pública en un país rescatado e intervenido por la Comisión Europea?”

Retos estructurales y organizativos

Por otro lado, el consejero ha destacado también que a lo largo de esta legislatura se han iniciado algunos cambios organizativos con el objetivo de reforzar el sistema sanitario público. “Existen retos estructurales y organizativos que tenemos que abordar con valentía para garantizar la excelente sanidad pública que tenemos hoy, garantizarla también para  las próximas décadas. Y en un sector tan complejo y dinámico como es el nuestro, no hay peor enemigo para la sanidad pública que los conservadores, los inmovilistas que bajo la bandera de su defensa la ponen en riesgo”.

Por ello, se ha iniciado un cambio para mejorar el Sistema Público de Salud, para hacerlo más eficiente, y por lo tanto sostenible,  y adaptado a las necesidades actuales. Un cambio organizativo asentado en bases sólidas:

–       Priorizar las actuaciones preventivas y de promoción de la salud que han demostrado ser altamente eficientes.

–       Modificar los esquemas organizativos para atender adecuadamente a los pacientes crónicos y pluripatológicos

–       Facilitar la continuidad asistencial, la integración de la primaria y la hospitalaria, como forma de centrarnos realmente en las necesidades de los pacientes.

–       Promover un nuevo papel de los pacientes, más informados, más activos y más responsables de sus cuidados.

–       Impulsar un cambio tecnológico y facillitar la innovación y la investigación.

–       Y dar respuesta al compromiso de los profesionales, facilitando mayor autonomía y capacidad de decisión.

 

Este cambio se ha concretado en diversas actuaciones a lo largo de la legislatura:

 

–       Se ha aprobado la Estrategia de Atención a los Pacientes Crónicos.

–       Se ha puesto en marcha la integración entre la Atención Primaria y la Hospitalaria, tanto desde el punto de vista clínico como en la gestión: en cinco áreas de salud la gestión de la asistencia sanitaria tiene un solo responsable.

–       Se han  prioridades clínicas en la atención: con la creación de las unidades de diagnóstico rápido y con la garantía de intervención quirúrgica a los casos prioridad 1 en menos de 30 días.

–       Se ha trabajado con las asociaciones de pacientes a través del aula de Pacientes y el desarrollo del Programa Paciente Activo.

–       Se ha aprobado el Plan de Calidad y Seguridad del Paciente con el objetivo de minimizar riegos y complicaciones. La Gerencia Integrada de Soria y la división de enfermería del Hospital de León han conseguido la máxima calificación en calidad de la Fundación FQM europea, 500+.

–       Se ha regulado la organización de la gestión clínica, con el fin de promover mayor responsabilidad, compromiso y autonomía en la organización del trabajo clínico.

–       También se han promovido cambios tecnológicos para un funcionamiento más integrado del sistema e impulsado la Investigación y la innovación en nuestros centros.

Este cambio que hemos iniciado necesariamente debe ser lento, como todos los cambios culturales y organizativos que afectan a una organización tan compleja como la sanidad. Pretenden dar respuesta a las aspiraciones de los ciudadanos de Castilla y León de disponer de una sanidad pública accesible y de calidad.

También es necesario recordar que en estos años los ciudadanos han manifestado un elevado índice de satisfacción con su sanidad: en todos los años de legislatura el índice de satisfacción derivado del Barómetro sanitario de Ministerio ha sido superior a la media del conjunto del Sistema Nacional de Salud. Una valoración que el consejero ha considerado muy positiva y que ha sido corroborada por diversos estudios y análisis, como el Informe 2014 de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública que, con la agregación de numerosos datos, incluye a Castilla y León entre las cinco comunidades con mejores servicios sanitarios.

Este cambio, tal y como ha señalado Sáez, debe tener en cuenta, además, otra de las peculiaridades que caracterizan a Castilla y León y garantizar, por tanto, una atención adecuada en el mundo rural. En estos años se han mantenido importantes recursos en zonas rurales como respuesta a esas necesidades. Castilla y León es la comunidad con mayores recursos en el mundo rural: disponemos de 274 centros de salud y 3.652 consultorios locales, el 36% de los existentes en España. Entre ellos destacan los más de 1.400 consultorios locales en núcleos de población con 50 o menos habitantes.

Además, Castilla y León es la comunidad con mejores ratios de médicos y de enfermeras, con un 33% más de médicos de familia que la media nacional. Y la que mayor esfuerzo presupuestario realiza en Atención Primaria, un 17,8% del gasto de Sacyl. De igual forma, la red de oficinas de farmacia, otro elemento fundamental en términos de accesibilidad, es de las más extensas de España, con unas ratios por población sensiblemente superiores.