El reciente dictamen de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales ha confirmado, una vez más, que Castilla y León es la única Comunidad que obtiene un sobresaliente en la aplicación de la Ley de Dependencia. A pesar de la crisis económica, aumentamos la puntuación desde el 9,2 de diciembre de 2012 hasta un 9,6 en junio de 2013. Nuestra posición de liderazgo se refuerza al considerar que mantenemos casi un punto y medio de ventaja sobre la siguiente Comunidad y obtenemos más del doble de valoración que la media de España, que se sitúa en 4,4 puntos.
El dictamen concede a Castilla y León la máxima puntuación en once de los doce criterios analizados. Somos los únicos que realizamos un seguimiento sistematizado de cada caso, estamos entre los pocos con un sistema de información en tiempo real, contamos con las mejores prácticas en la gestión de la dependencia y hemos mejorado en el equilibrio entre prestaciones y servicios.
Y lo que es más importante, somos la Comunidad con menor número de personas dependientes esperando recibir prestación, tres veces menos que la siguiente Comunidad y diez veces menos que la media nacional (2,3% en Castilla y León frente a 22,2% en España). Además de esperar menos personas, esperan durante mucho menos tiempo.
Estos datos reflejan el compromiso de la Junta de Castilla y León con quienes más lo necesitan y nos animan a continuar con un modelo profesional de prestación de servicios capaz de crear igualdad de oportunidades y trabajo. De hecho, la atención a la dependencia en Castilla y León genera seis empleos por cada mil habitantes frente a 3,1 de la media nacional.
Y mientras PSOE e IU siguen sin alegrarse por estos datos, nosotros preferimos felicitar a los profesionales y reafirmar nuestra vocación por la cohesión social en Castilla y León.
CARLOS FERNÁNDEZ CARRIEDO. Portavoz del Grupo Parlamentario Popular de las Cortes de Castilla y León.