Sanz Vitorio considera que el mantenimiento de la calidad en la prestación de los grandes servicios públicos esenciales constituye el “hecho diferencial de Castilla y León” incluso en momentos de dificultades como el actual.

El Viceportavoz del Grupo Parlamentario Popular de las Cortes de Castilla y León, Juan José Sanz Vitorio, evaluó, en el ecuador de la legislatura, lo que han sido estos dos años, en el sexto año de crisis, la más larga y profunda de los últimos treinta años, en una nueva recesión desde 2011, cuya consecuencia más dramática son los 262.600 desempleados de mayo en Castilla y León. La crisis y las duras medidas que ha habido que adoptar, unidos a los casos de corrupción, han generado enfado y cansancio entre los ciudadanos, e incluso, una crisis institucional que afecta al propio modelo.

Un año durísimo con la permanente amenaza del rescate, con un rescate financiero y un enorme esfuerzo de contención del déficit, que ha llevado a ajustar entre 2011 y 2012 22.000 millones de euros, que han sufrido fundamentalmente los ciudadanos y en el que las comunidades autónomas han hecho el mayor esfuerzo. Castilla y León ha cumplido en 2012, desde el punto de vista presupuestario, con su objetivo de déficit, ha realizado un gran esfuerzo en 2013 (1100 millones de euros menos que en el presupuesto de 2009) y a 31 de diciembre habrá reducido a la mitad su sector público empresarial pasando de 36 a 18 entes.

El Gobierno de España ha tomado decisiones duras y difíciles, a las que incluso desde la lealtad, en ocasiones, desde Castilla y León, nos hemos opuesto y seguiremos haciéndolo cuando sea necesario. Pero también ha habido medidas positivas (ampliación a diez años de las liquidaciones de 2008 y 2009, plan de pago a proveedores, etc.). Aunque hay indicios y datos que desde la prudencia llaman al optimismo, según Sanz Vitorio, no debemos hablar de recuperación hasta que no se cree empleo. Además, hace un año, la pregunta era cuándo seríamos intervenidos, si Castilla y León cumpliría sus objetivos de déficit o no, si podríamos financiarnos o tendríamos que acudir al FLA. Hoy se ha alejado el fantasma de la intervención. Castilla y León sigue siendo una de las comunidades menos endeudadas. Cumple su objetivo de déficit. Somos una Comunidad solvente e incluso recomendada como destino de inversión y no hemos tenido que acudir al FLA. Hemos seguido trabajando en lo que es el verdadero hecho diferencial de Castilla y León: el mantenimiento de la calidad en la prestación de los grandes servicios públicos esenciales. Si repasamos los barómetros e indicadores oficiales e independientes, podemos constatar que en educación, además del informe PISA, fundaciones como la del BBVA dicen que somos los primeros en índice de desarrollo educativo o los primeros en calidad de la educación. En Sanidad, según el último barómetro sanitario, somos la primera Comunidad pluriprovincial en nivel de satisfacción de los usuarios. A la cabeza también nos sitúa la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública. Y es una sanidad comprometida con el medio rural, donde se ubican 73 de cada 100 centros de salud o 77 de cada 100 centros de atención continuada. En materia de servicios sociales, estamos a la cabeza en cobertura. Seguimos mejorando indicadores en cobertura de atención a la dependencia, donde obtenemos un sobresaliente y tenemos los mejores ratios en relación beneficiarios-población. Somos un ejemplo en atención a la exclusión social o a las personas en riesgo de desahucio, como ha reconocido el presidente de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. Y estamos a la cabeza en legislación de igualdad de oportunidades para personas con discapacidad. En definitiva, nos hemos ocupado de las personas. Pero es verdad que nuestra mayor preocupación en estos momentos es el empleo. Es necesario avanzar en políticas de estímulo y también en ese sentido hemos aprobado la Ley de Estímulos a Emprendedores.

Sanz Vitorio agradeció el esfuerzo de los ciudadanos y especialmente del conjunto de empleados públicos de la Comunidad, que a pesar de ver incluso mermadas sus retribuciones, han reiterado su compromiso a través de su esfuerzo, permitiendo el mantenimiento de la calidad en la prestación de los grandes servicios públicos esenciales.

En el Debate sobre el Estado de la Comunidad se aprobaron varias propuestas de resolución, algunas de manera conjunta, con especial mención a la relativa a incorporar en la Ley de Medidas del año 2014, medidas de apoyo fiscal al emprendimiento empresarial mediante deducciones y a la creación de empleo. En materia de financiación autonómica, una postura de Comunidad de cara a la negociación del futuro modelo que garantice la financiación de los servicios a través del coste real, contemple las peculiaridades de Castilla y León y se incluya en el nuevo modelo tanto la financiación de la dependencia como las consecuencias que se deriven de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Locales. Otra propuesta de resolución relativa a la búsqueda de soluciones a los afectados por las Preferentes. Y por último, un gran acuerdo, en un asunto de Comunidad como son la Ordenación, los Servicios y el Gobierno del Territorio, así como la creación de un grupo de trabajo que analice, evalúe y haga propuestas en relación a las urgencias en el medio rural y un nuevo Plan Especial de Empleo para el año 2014, dotado con 30 millones de euros, dirigido especialmente a un plan de empleo local y a los jóvenes en el ámbito del Diálogo Social. Por último, el Viceportavoz popular recordó que se están produciendo unos cambios en todo el mundo donde hay una mayor exigencia de participación por parte de los ciudadanos y que ya nada será igual. En este sentido destacó la iniciativa de la Junta de Castilla y León, a través del modelo de Gobierno Abierto, que permite la participación en la elaboración de textos legislativos y que culminará con la presentación del Proyecto de Ley de Trasparencia de Castilla y León.

La ejemplaridad es obligada. La trasparencia ya no es suficiente. Es necesario abrir cauces inteligentes de participación a la sociedad. En la medida en que lo consigamos, los ciudadanos se sentirán partícipes del modelo y de su propio futuro. Y empezaremos a vencer la desafección sobre lo público.