Herrera reafirma su compromiso con el VIII Centenario de la Universidad de Salamanca

Herrera destaca que la excelencia en materia educativa de Castilla y León ha sido posible gracias al esfuerzo de maestros y profesores, a la implicación de las familias y a un serio equilibrio entre la educación pública y la concertada

El presidente del Partido Popular de Castilla y León y candidato a la Junta, Juan Vicente Herrera, ha manifestado hoy en Salamanca que para la adecuada conmemoración del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca y de toda la universidad española, se compromete a acordar con aquella la ejecución de una infraestructura singular y a poner en marcha para las cuatro universidades públicas de la Comunidad un nuevo programa de retención o captación de jóvenes investigadores.

El candidato popular hizo también referencia al informe de Profesionales por la Ética, que se ha hecho público hoy, y que sitúa a Castilla y León en tercer lugar  nacional en la excelencia educativa. Herrera indicó que esto ha sido posible gracias al esfuerzo de maestros y profesores, a la implicación de las familias y a un serio equilibrio entre la educación pública, que garantiza la igualdad, y la educación concertada, que garantiza la libertad de elección.

Herrera recordó que tal día como hoy, hace cinco años, “Rodríguez Zapatero, después de haber negado la existencia de la crisis, nos decía a los españoles que la máxima prioridad de la economía nacional y de las políticas de su Gobierno era luchar contra el déficit y que no se incrementara el desequilibrio entre los ingresos y los gastos públicos. Pero a los socialistas no les gusta recordarlo. Ayer en una de esas visitas esporádicas a Castilla y León, el líder de los socialistas reconocía que gobernar era errar. En aquel momento Zapatero anunciaba a los españoles que se congelaban las pensiones de los mayores, que se recortaba un cinco por ciento el sueldo de los funcionarios públicos, que se ponía fin a beneficios para las familias como el famoso “cheque bebé”, que los dependientes perdían los derechos de retroactividad de sus propios derechos, que se iban a congelar las inversiones públicas, aquellas que también demandaba el futuro de Castilla y León o que se iban a subir determinados impuestos”.