Isabel

No podía ni quería esperar a la próxima semana, dentro de la sección Las Cortes de Tinta que me ofrece este periódico, para decir lo que pretendo decir. Yo tuve el privilegio, porque para mí fue un privilegio, de trabajar y aprender con Isabel Carrasco. Tampoco aquellos fueron años fáciles, ni para la Consejería de Economía y Hacienda que ella dirigía, ni para la Dirección General de Presupuestos.  Apenas me conocía y nunca había trabajado con ella. Pero confió en mí. Confió en un funcionario de 32 años como también lo hizo en un montón de gente joven a lo largo de toda su vida. Porque Isabel sabía confiar, y sabía apoyar y sabía respaldar, sobre todo cuando te equivocabas. Por supuesto que también sabía exigir, empezando por exigirse a sí misma.

Isabel ofreció un ejemplo de compromiso con Castilla y León. De verdadero compromiso en la construcción de Castilla y León. Un ejemplo de coraje, trabajo, firmeza e inteligencia al servicio de los demás. Son muchos los recuerdos y en todos ellos queda la memoria de la pasión y la energía con la que hacía las cosas. Isabel era inagotable y a la vez agotadora. No se rendía y a la vez sabía cómo hacer que los demás se rindieran. Cuando discutía en un ministerio la disposición adicional de un convenio sobre los mecanismos de pago a nuestra Comunidad. Cuando negociaba en Bruselas los escenarios financieros a punto de superar la condición de Castilla y León como Región Objetivo 1. Cuando hablaba de sus cosas, de sus planes y de sus ideas.

Isabel llenaba todos los huecos. Por eso, el hueco que ahora deja no se puede llenar. Parecía que nada ni nadie podía acabar con ella. Y eso hace que lo que ha ocurrido sea todavía más incomprensible. Ya sólo podemos hacer una cosa: recordar, honrar su memoria y seguir su ejemplo. Estar agradecidos por cómo fue y por lo que hizo. Para siempre.

CARLOS FERNÁNDEZ CARRIEDO es Portavoz del Grupo Parlamentario Popular de las Cortes de Castilla y León.